miércoles, 9 de abril de 2008

¡Esposos desesperados¡

Por D. Sebastián
dg.espacio@gmail.com

“El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad.”
Víctor Hugo

Sin dudas, la serie estadounidense Desperate Housewives (Esposas Desesperadas) que se transmite en Nicaragua por el Canal Sony, es una de las series que parece ser más progresistas en cuanto a enfoques y realidades sociales de Estados Unidos. En este sentido, me dió gusto saber y ver que en esta temporada habría otro matrimonio viviendo en la calle Wisteria Lane, particular, diferente, atractivo, y demás hierbas aromáticas de múltiples colores del arco iris: una pareja homosexual.

No son los percusores de la presencia de la diversidad sexual en la serie. Andrew Van de Kamp, el hijo de Bree, fue el primero en “experimentar conflictos” propios del descubrimiento sexual y emocional de un homosexual. Este personaje causó cierta inconformidad a la comunidad gay, pues daba la impresión que para los y las homosexuales el sexo lo es todo.

Bob and Lee, interpretados por Tuc Watkins y Kevin Rahm, parecieran cambiar la perspectiva de las relaciones entre personas del mismo sexo. ¡NO ES ASI! Me asustó la auto denominación de esta pareja y lo que pareció ser una actitud vacilante al momento de definirse como partners, que traducido al español podría ser socio, compañero, pareja, sin la firmeza y convicción de precisarse hasta como un matrimonio. Lo bueno de esta pareja es que sustituye el imaginario de que el sexo es todo por relaciones legítimas de parejas entre personas del mismo sexo. Aun así, detecto muchas debilidades en la caracterización y lenguaje de los personajes, a no ser que yo haya mal interpretado el sarcasmo de éstos. En una escena, Bob se dirige a Lee insinuándole que a él le están llegando las invitaciones a actividades sociales del vecindario porque los vecinos y vecinas están conscientes de su rol en la pareja. ¿Cuál rol? ¿El de mujer-hombre-homosexual ama de casa solo porque Bob sale todos los días a trabajar? Lee es el que siempre queda en casa, cocina, arregla, limpia y anda en disputas, conflictos y chismes con las vecinas interpretes de la serie, pero no lo hace una mujer.

Me queda la duda sobre si los productores de verdad están haciendo el esfuerzo por eliminar los estereotipos de las relaciones entre personas del mismo sexo. ¿Será que algún día dejemos de escuchar la típica pregunta machista que nos hacen mujeres y hombres: cuál es el hombre y cuál es la mujer en la relación? ¡NO HAY MUJER Y HOMBRE EN PAREJAS HOMOSEXUALES! Son dos hombres, dos mujeres, dos trans y demás mezclas y no continuamos con los roles establecidos por el sistema heterosexista. Establecemos relaciones de amor y no relaciones sexuales solamente y somos sujetos de derechos civiles como la opción al matrimonio, a herencias y a compartir un seguro social, entre otros.

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miércoles, 9 de abril de 2008

¡Esposos desesperados¡

Por D. Sebastián
dg.espacio@gmail.com

“El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad.”
Víctor Hugo

Sin dudas, la serie estadounidense Desperate Housewives (Esposas Desesperadas) que se transmite en Nicaragua por el Canal Sony, es una de las series que parece ser más progresistas en cuanto a enfoques y realidades sociales de Estados Unidos. En este sentido, me dió gusto saber y ver que en esta temporada habría otro matrimonio viviendo en la calle Wisteria Lane, particular, diferente, atractivo, y demás hierbas aromáticas de múltiples colores del arco iris: una pareja homosexual.

No son los percusores de la presencia de la diversidad sexual en la serie. Andrew Van de Kamp, el hijo de Bree, fue el primero en “experimentar conflictos” propios del descubrimiento sexual y emocional de un homosexual. Este personaje causó cierta inconformidad a la comunidad gay, pues daba la impresión que para los y las homosexuales el sexo lo es todo.

Bob and Lee, interpretados por Tuc Watkins y Kevin Rahm, parecieran cambiar la perspectiva de las relaciones entre personas del mismo sexo. ¡NO ES ASI! Me asustó la auto denominación de esta pareja y lo que pareció ser una actitud vacilante al momento de definirse como partners, que traducido al español podría ser socio, compañero, pareja, sin la firmeza y convicción de precisarse hasta como un matrimonio. Lo bueno de esta pareja es que sustituye el imaginario de que el sexo es todo por relaciones legítimas de parejas entre personas del mismo sexo. Aun así, detecto muchas debilidades en la caracterización y lenguaje de los personajes, a no ser que yo haya mal interpretado el sarcasmo de éstos. En una escena, Bob se dirige a Lee insinuándole que a él le están llegando las invitaciones a actividades sociales del vecindario porque los vecinos y vecinas están conscientes de su rol en la pareja. ¿Cuál rol? ¿El de mujer-hombre-homosexual ama de casa solo porque Bob sale todos los días a trabajar? Lee es el que siempre queda en casa, cocina, arregla, limpia y anda en disputas, conflictos y chismes con las vecinas interpretes de la serie, pero no lo hace una mujer.

Me queda la duda sobre si los productores de verdad están haciendo el esfuerzo por eliminar los estereotipos de las relaciones entre personas del mismo sexo. ¿Será que algún día dejemos de escuchar la típica pregunta machista que nos hacen mujeres y hombres: cuál es el hombre y cuál es la mujer en la relación? ¡NO HAY MUJER Y HOMBRE EN PAREJAS HOMOSEXUALES! Son dos hombres, dos mujeres, dos trans y demás mezclas y no continuamos con los roles establecidos por el sistema heterosexista. Establecemos relaciones de amor y no relaciones sexuales solamente y somos sujetos de derechos civiles como la opción al matrimonio, a herencias y a compartir un seguro social, entre otros.

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