miércoles, 16 de abril de 2008

El Hector de los jovenes

Por M. Santiago
mv.espacio@gmail.com

La lucha por abrir la poesía ha sido constante, “es hasta estos últimos tiempos que hemos conocido más la poesía de las mujeres, de los negros y de los otros” expresa Héctor Avellán, el poeta de Literatura Gay que ha encabezado varias acciones a favor de la integración más abierta de los poetas con identidades sexuales diferentes y de las nuevas generaciones.

La lucha ente juventud y poder
“La literatura tiene que ver mucho con el poder. Lo que llegamos a leer y conocer es muy poco, ya ha pasado por muchos filtros y no sólo de calidad” es parte de los argumentos que expresa Avellán al referirse al tema de la libertad poética que existe en Nicaragua. Recientemente formo parte de los organizadores de una marcha que irrumpió en el Carnaval Poético que se desarrolló en febrero de este año, como parte del IV Festival Internacional de la Poesía de Granada.

Ante esto, Avellán expresa que sus acciones tienen que ver con la demanda fundamental de compartir l poder. “Hay que promover la diversidad. La literatura y el medio literario tienen mucho que ver con el poder, quien tiene la palabra tiene el poder. Hay que compartir el poder. Yo veo que la crisis actual de los movimientos sociales es que no se han abierto a los jóvenes. Si se esta demandando un relevo tiene que ser en todos los espacios, pero los jóvenes también no pueden quedarse a esperar que les llamen, hay que tomar la iniciativa. Intervenir”, comenta al respecto.

Del mismo modo, el poeta considera que “a veces los poetas se ponen serios y aburridos” y en su afán persona de dinamizar la poesía, muchos poetas se molestan porque creen que son ataques personales. Sin embargo, considera que “a veces a los poetas les gusta quedarse en el aplauso forzado y el abrazo hipócrita, y los cócteles y la formalidad. La poesía es más dinámica y va más allá de la página”.

El escritor de “La Mala Uva” cree en el alto valor poético de la nueva generación “estos escriben a pesar de la adversidad en la que viven y eso en Nicaragua constituye un milagro. Ellos son la esperanza” afirma con mucha certeza. Una premisa básica para el escritor, quien en la actualidad trabaja para el Instituto Nicaragüense de Cultura es “impulsar a los jóvenes para que hagan cosas, motivarlos, están muy desmotivados y tristes y eso a mi me preocupa, un país en el que sus jóvenes están tristes es un país que no crecerá. Por eso hay que apoyar a los jóvenes y a los niños. Ellos están en edades difíciles y todos pasamos por eso”.

Un movimiento sin cohesión
La idea de Movimiento GLBTTI en Nicaragua para Hector es muy prematura, sobre todo porque un movimiento es un conjunto de personas alrededor de ideas con respecto a un tema. A criterio persona “aún hay mucha división, mucho grupo disperso y adverso a lo que hace el otro. Conozco a todos los grupos e iniciativas, pero en ese campo también hago las propuestas de manera individual”. Esta practica individualista la justifica por sus orígenes políticos en la Generación de los 90, “cuando veníamos del fracaso de la colectividad de los años 80, entonces mi propuesta surge de reinvidicar la acción individual dentro de un contexto especifico, y colectivo”.

A pesar de todo, reconoce la labor que realiza en el país cada uno de los grupos, “yo sé que los grupos en Nicaragua que luchan por los derechos de los gay y lesbianas desarrollan su trabajo en contexto de mucha adversidad, sin recursos. Eso es admirable, yo estoy con ellos aunque a mi manera”.

Con respecto a al activismo y la lucha por los derechos GLBTTI describe tres esferas de acción. Una primera cuando desde nuestras casas nos asumimos como lo que sos, “con tu propia identidad ahí está la lucha, comienza con uno mismo. Con aceptarte y sentirte orgulloso de ser una persona completa, integra, con deseos y con mucho amor en el corazón”. Una segunda esfera de lucha, es la publica donde advertimos “una lucha de las ideas, de la mentalidad de la gente, es una lucha que debe desarrollarse principalmente en el campo de las ideas, oponernos a todos esos intelectuales machistas y homofobos que abundan en nuestra cultura y son los que generan opinión en la gente. Influyen mucho. Si nos quedamos solo gritando en las calles, nos vamos a quedar sin voz, debemos construir un discurso que haga oposición al discurso hegemónico heterosexual que dice que sos enfermo, anormal, depravado si te enamoras de otro hombre”. Finalmente, y quizás la más importante, son las acciones a nivel de la comunidad.

Para concluir, el poeta, amigo y revolucionario Héctor Avellán hace el llamado a todos para que nunca perdamos la capacidad de enamorarnos de otro hombre, “de amar intensamente al punto de dejarlo todo. Porque esto se trata de amor, no se trata de andar de loca por la calle gritando, se trata de si ya has amado intensamente a otro hombre, y te has atrevido”.

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miércoles, 16 de abril de 2008

El Hector de los jovenes

Por M. Santiago
mv.espacio@gmail.com

La lucha por abrir la poesía ha sido constante, “es hasta estos últimos tiempos que hemos conocido más la poesía de las mujeres, de los negros y de los otros” expresa Héctor Avellán, el poeta de Literatura Gay que ha encabezado varias acciones a favor de la integración más abierta de los poetas con identidades sexuales diferentes y de las nuevas generaciones.

La lucha ente juventud y poder
“La literatura tiene que ver mucho con el poder. Lo que llegamos a leer y conocer es muy poco, ya ha pasado por muchos filtros y no sólo de calidad” es parte de los argumentos que expresa Avellán al referirse al tema de la libertad poética que existe en Nicaragua. Recientemente formo parte de los organizadores de una marcha que irrumpió en el Carnaval Poético que se desarrolló en febrero de este año, como parte del IV Festival Internacional de la Poesía de Granada.

Ante esto, Avellán expresa que sus acciones tienen que ver con la demanda fundamental de compartir l poder. “Hay que promover la diversidad. La literatura y el medio literario tienen mucho que ver con el poder, quien tiene la palabra tiene el poder. Hay que compartir el poder. Yo veo que la crisis actual de los movimientos sociales es que no se han abierto a los jóvenes. Si se esta demandando un relevo tiene que ser en todos los espacios, pero los jóvenes también no pueden quedarse a esperar que les llamen, hay que tomar la iniciativa. Intervenir”, comenta al respecto.

Del mismo modo, el poeta considera que “a veces los poetas se ponen serios y aburridos” y en su afán persona de dinamizar la poesía, muchos poetas se molestan porque creen que son ataques personales. Sin embargo, considera que “a veces a los poetas les gusta quedarse en el aplauso forzado y el abrazo hipócrita, y los cócteles y la formalidad. La poesía es más dinámica y va más allá de la página”.

El escritor de “La Mala Uva” cree en el alto valor poético de la nueva generación “estos escriben a pesar de la adversidad en la que viven y eso en Nicaragua constituye un milagro. Ellos son la esperanza” afirma con mucha certeza. Una premisa básica para el escritor, quien en la actualidad trabaja para el Instituto Nicaragüense de Cultura es “impulsar a los jóvenes para que hagan cosas, motivarlos, están muy desmotivados y tristes y eso a mi me preocupa, un país en el que sus jóvenes están tristes es un país que no crecerá. Por eso hay que apoyar a los jóvenes y a los niños. Ellos están en edades difíciles y todos pasamos por eso”.

Un movimiento sin cohesión
La idea de Movimiento GLBTTI en Nicaragua para Hector es muy prematura, sobre todo porque un movimiento es un conjunto de personas alrededor de ideas con respecto a un tema. A criterio persona “aún hay mucha división, mucho grupo disperso y adverso a lo que hace el otro. Conozco a todos los grupos e iniciativas, pero en ese campo también hago las propuestas de manera individual”. Esta practica individualista la justifica por sus orígenes políticos en la Generación de los 90, “cuando veníamos del fracaso de la colectividad de los años 80, entonces mi propuesta surge de reinvidicar la acción individual dentro de un contexto especifico, y colectivo”.

A pesar de todo, reconoce la labor que realiza en el país cada uno de los grupos, “yo sé que los grupos en Nicaragua que luchan por los derechos de los gay y lesbianas desarrollan su trabajo en contexto de mucha adversidad, sin recursos. Eso es admirable, yo estoy con ellos aunque a mi manera”.

Con respecto a al activismo y la lucha por los derechos GLBTTI describe tres esferas de acción. Una primera cuando desde nuestras casas nos asumimos como lo que sos, “con tu propia identidad ahí está la lucha, comienza con uno mismo. Con aceptarte y sentirte orgulloso de ser una persona completa, integra, con deseos y con mucho amor en el corazón”. Una segunda esfera de lucha, es la publica donde advertimos “una lucha de las ideas, de la mentalidad de la gente, es una lucha que debe desarrollarse principalmente en el campo de las ideas, oponernos a todos esos intelectuales machistas y homofobos que abundan en nuestra cultura y son los que generan opinión en la gente. Influyen mucho. Si nos quedamos solo gritando en las calles, nos vamos a quedar sin voz, debemos construir un discurso que haga oposición al discurso hegemónico heterosexual que dice que sos enfermo, anormal, depravado si te enamoras de otro hombre”. Finalmente, y quizás la más importante, son las acciones a nivel de la comunidad.

Para concluir, el poeta, amigo y revolucionario Héctor Avellán hace el llamado a todos para que nunca perdamos la capacidad de enamorarnos de otro hombre, “de amar intensamente al punto de dejarlo todo. Porque esto se trata de amor, no se trata de andar de loca por la calle gritando, se trata de si ya has amado intensamente a otro hombre, y te has atrevido”.

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