lunes, 5 de octubre de 2009

Caperucito Rosa y su activismo

Por D. González Narváez // dg.espacio@gmail.com

Había una vez, un hombre trans llamado Caperucito Rosa, andaba por los bosques de la sociedad civil cantando consignas contra la discriminación y la exclusión. Llevaba en su mano derecha su canastita de mimbre repleta de banderas del arco iris tapadas con un paño blanco porque iba solito en el camino lleno de animales peligrosos. A ratos cantaba: “no tenemos miedo” y a ratos una de Paulina Rubio que decía: “y yo sigo aquí”, siempre con temor de que las turbas del gallo lo atacaran. Al final del sendero, cuando llegó a la punta del arco iris en medio de un cielo nublado de fobias, se encontró con los pitufos, Candy, Barney y sus amigos, los teletubbies, Heidi, las Pandoras, RuPaul y todas las princesas de los cuentos de hadas. Sacaron las banderas e hicieron un plantón por la diversidad sexual.

La anterior, no es una historia ajena en Nicaragua. Desde los ochentas y especialmente desde 1992, cuando fue aprobada una ley que penalizaba las relaciones entre personas del mismo sexo, las y los activistas han estado presentes levantando sus voces a través de organizaciones de la sociedad civil, instancias de coordinación y recientemente, a través de pequeñas asociaciones, grupos y colectivos, muchas veces sin personería jurídica ni acceso a recursos económicos.

Dentro de una controversia, como es la expresión de la sexualidad sin prejuicios o dogmas, el activismo a través del asociacionismo se puede definir como la acción o actividad sostenida con intención de fomentar un cambio de índole social y político, asumiendo que lo privado se puede trasladar a lo público para crear condiciones sociales favorables.

El activismo en sí tiene muchos sinónimos: manifestación, protesta y militancia (particularmente para una causa) No todo mundo es un o una activista, obviamente, tampoco somos nadie para criticar o deslegitimar la identidad de nadie si se quiere nombrar como tal. Pero claramente, un o una activista de la diversidad sexual es quien incide, se manifiesta, protesta y milita a favor de mejores condiciones de vida para la población LGBTTTI de una manera constante.

El activismo del Siglo XXI y los grupos de diversidad sexual.

Aprovechando el concepto del Siglo XXI para expresar modernidad y cambio (una falacia en el contexto social y político fundamentalista de Nicaragua), me permito, desde el trabajo de Espacio Comunicación Alternativa-ECA, compartir desde donde vemos nuestro activismo como jóvenes diversos.

La idea de nuestro colectivo o grupo, es reunir a jóvenes que asumen una identidad pública como gais, lesbianas, bisexuales y trans, para incidir a crear un ambiente de respeto y tolerancia hacia la diversidad sexual y sus expresiones en las ciudades de Carazo. Bajo esta lógica de grupo y de toma de decisiones colectivas, es que no tenemos un jefe o una jefa que dirija las acciones, sino un grupo de gente multi-disciplinaria involucradas en el quehacer del grupo de distintas maneras, considerando los contextos personales de cada quien.

El activismo, es una de las cinco profesiones más impactantes según Career Builder, aún así, las y los jóvenes seguimos siendo voluntarios y voluntarias sin salarios y sin condiciones mínimas de trabajo, y entramos en la disputa: ¿trabajo o activismo? y ¿Cómo le damos salidas a nuestras demandas sin replicar el sistema jerárquico, autocrático y patriarcal de las empresas privadas? En este sentido, en ECA nos hemos permitido crear condiciones a través de estatutos de membresía e institución para la interacción con funcionarios públicos, entes del estado, agencias de cooperación y la sociedad en general, tomando en cuenta que seguimos bajo un sistema de comunicación y articulación entre autoridades, sin perder de vista la integración de perspectivas y la propuestas de asociación que de verdad permiten la libertad de expresión bajo una misión y objetivos claros.

Aunque estamos en las calles con pancartas, foros, ferias informativas o través del Cyber-activismo, también hacemos cosas de oficina para crear conciencia entre la sociedad, posicionar un enfoque o tema y además recaudamos fondos para la causa. Seguimos siendo autónomos, porque tenemos capacidad de desarrollar líneas estratégicas de trabajo fuera de las presiones del Estado, de la sociedad machista, de las agendas mismas de las agencias y porque como jóvenes, nos damos el espacio para interactuar con otros y otras para indagar y establecer prioridades.

Lo más importante, es que somos jóvenes unidos y unidas con la convicción de que nuestras sociedades respeten nuestras orientaciones sexuales e identidades de género. Para ello, trabajamos bajo una bandera multi-color sin presiones. Creemos firmemente en el Cyber-activismo como una de las formas más efectivas de llegar a las y los jóvenes metidos en los nuevos sistemas de comunicación. Seguimos esperando que otros y otras se unan, porque aunque tenemos una forma de trabajar, esto no implica que otras personas nos propongan nuevas formas de incidir e informar a la sociedad.

El final de Caperucito Rosa.

Al son de chicheros y el Pelo Suelto de Gloria Trevi, Caperucito Rosa le comenta a Candy sobre el éxito del Plantón. Le dice: “la gente nos mira, saben que existimos, que somos ciudadanía ejerciendo su derecho de expresión y hacen sus comentarios”. Caperucito Rosa, bajo el pseudónimo de Francisca Paquita Barrios regresa al día siguiente a su oficina en el Banco de Desarrollo Popular a ganarse el pan de cada día, pensando que algún día podrá ser Caperucito en su oficina, su casa y en la calle, sin que nadie le diga nada. Por eso sigue en ECA.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los felicito por hacer mostrar los derechos de la diversidad sexual, sigamos adelante.

Anónimo dijo...

me gusta el movimiento, como nos hacemos participes del mismo? cabe mencionar que no podemos ni debemos confundir las cosas, el hecho de ser gay no nos convierte en personas ridiculas ni mucho menos payasos, por tal razon es importante la seriedad ante todo, ya sabes que siempre existe el dicho que a como te ven te tratan.

lunes, 5 de octubre de 2009

Caperucito Rosa y su activismo

Por D. González Narváez // dg.espacio@gmail.com

Había una vez, un hombre trans llamado Caperucito Rosa, andaba por los bosques de la sociedad civil cantando consignas contra la discriminación y la exclusión. Llevaba en su mano derecha su canastita de mimbre repleta de banderas del arco iris tapadas con un paño blanco porque iba solito en el camino lleno de animales peligrosos. A ratos cantaba: “no tenemos miedo” y a ratos una de Paulina Rubio que decía: “y yo sigo aquí”, siempre con temor de que las turbas del gallo lo atacaran. Al final del sendero, cuando llegó a la punta del arco iris en medio de un cielo nublado de fobias, se encontró con los pitufos, Candy, Barney y sus amigos, los teletubbies, Heidi, las Pandoras, RuPaul y todas las princesas de los cuentos de hadas. Sacaron las banderas e hicieron un plantón por la diversidad sexual.

La anterior, no es una historia ajena en Nicaragua. Desde los ochentas y especialmente desde 1992, cuando fue aprobada una ley que penalizaba las relaciones entre personas del mismo sexo, las y los activistas han estado presentes levantando sus voces a través de organizaciones de la sociedad civil, instancias de coordinación y recientemente, a través de pequeñas asociaciones, grupos y colectivos, muchas veces sin personería jurídica ni acceso a recursos económicos.

Dentro de una controversia, como es la expresión de la sexualidad sin prejuicios o dogmas, el activismo a través del asociacionismo se puede definir como la acción o actividad sostenida con intención de fomentar un cambio de índole social y político, asumiendo que lo privado se puede trasladar a lo público para crear condiciones sociales favorables.

El activismo en sí tiene muchos sinónimos: manifestación, protesta y militancia (particularmente para una causa) No todo mundo es un o una activista, obviamente, tampoco somos nadie para criticar o deslegitimar la identidad de nadie si se quiere nombrar como tal. Pero claramente, un o una activista de la diversidad sexual es quien incide, se manifiesta, protesta y milita a favor de mejores condiciones de vida para la población LGBTTTI de una manera constante.

El activismo del Siglo XXI y los grupos de diversidad sexual.

Aprovechando el concepto del Siglo XXI para expresar modernidad y cambio (una falacia en el contexto social y político fundamentalista de Nicaragua), me permito, desde el trabajo de Espacio Comunicación Alternativa-ECA, compartir desde donde vemos nuestro activismo como jóvenes diversos.

La idea de nuestro colectivo o grupo, es reunir a jóvenes que asumen una identidad pública como gais, lesbianas, bisexuales y trans, para incidir a crear un ambiente de respeto y tolerancia hacia la diversidad sexual y sus expresiones en las ciudades de Carazo. Bajo esta lógica de grupo y de toma de decisiones colectivas, es que no tenemos un jefe o una jefa que dirija las acciones, sino un grupo de gente multi-disciplinaria involucradas en el quehacer del grupo de distintas maneras, considerando los contextos personales de cada quien.

El activismo, es una de las cinco profesiones más impactantes según Career Builder, aún así, las y los jóvenes seguimos siendo voluntarios y voluntarias sin salarios y sin condiciones mínimas de trabajo, y entramos en la disputa: ¿trabajo o activismo? y ¿Cómo le damos salidas a nuestras demandas sin replicar el sistema jerárquico, autocrático y patriarcal de las empresas privadas? En este sentido, en ECA nos hemos permitido crear condiciones a través de estatutos de membresía e institución para la interacción con funcionarios públicos, entes del estado, agencias de cooperación y la sociedad en general, tomando en cuenta que seguimos bajo un sistema de comunicación y articulación entre autoridades, sin perder de vista la integración de perspectivas y la propuestas de asociación que de verdad permiten la libertad de expresión bajo una misión y objetivos claros.

Aunque estamos en las calles con pancartas, foros, ferias informativas o través del Cyber-activismo, también hacemos cosas de oficina para crear conciencia entre la sociedad, posicionar un enfoque o tema y además recaudamos fondos para la causa. Seguimos siendo autónomos, porque tenemos capacidad de desarrollar líneas estratégicas de trabajo fuera de las presiones del Estado, de la sociedad machista, de las agendas mismas de las agencias y porque como jóvenes, nos damos el espacio para interactuar con otros y otras para indagar y establecer prioridades.

Lo más importante, es que somos jóvenes unidos y unidas con la convicción de que nuestras sociedades respeten nuestras orientaciones sexuales e identidades de género. Para ello, trabajamos bajo una bandera multi-color sin presiones. Creemos firmemente en el Cyber-activismo como una de las formas más efectivas de llegar a las y los jóvenes metidos en los nuevos sistemas de comunicación. Seguimos esperando que otros y otras se unan, porque aunque tenemos una forma de trabajar, esto no implica que otras personas nos propongan nuevas formas de incidir e informar a la sociedad.

El final de Caperucito Rosa.

Al son de chicheros y el Pelo Suelto de Gloria Trevi, Caperucito Rosa le comenta a Candy sobre el éxito del Plantón. Le dice: “la gente nos mira, saben que existimos, que somos ciudadanía ejerciendo su derecho de expresión y hacen sus comentarios”. Caperucito Rosa, bajo el pseudónimo de Francisca Paquita Barrios regresa al día siguiente a su oficina en el Banco de Desarrollo Popular a ganarse el pan de cada día, pensando que algún día podrá ser Caperucito en su oficina, su casa y en la calle, sin que nadie le diga nada. Por eso sigue en ECA.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los felicito por hacer mostrar los derechos de la diversidad sexual, sigamos adelante.

Anónimo dijo...

me gusta el movimiento, como nos hacemos participes del mismo? cabe mencionar que no podemos ni debemos confundir las cosas, el hecho de ser gay no nos convierte en personas ridiculas ni mucho menos payasos, por tal razon es importante la seriedad ante todo, ya sabes que siempre existe el dicho que a como te ven te tratan.